2/8/09

«BUENOS AIRES PODRÍA SER MEJOR QUE SAN JUAN, MENDOZA, O EUROPA»


Tiene 21 años, metro ochenta de alto, jugador de Ciudad de Buenos Aires en 2008. En la era Cocinero ganó una medalla de Campeón en la Copa América disputada en Recife. Desde agosto del año pasado está patinando pistas españolas. De vacaciones en Buenos Aires, Lucas Ezequiel Escary habla con Vestuarios sobre su presente, sobre su futuro en el hockey de España, y no esquiva abordar temas del hockey porteño, de su paso por la sub 20 y del actual Subcampeón del Mundo.

-¿Desde cuándo estás en Buenos Aires?
-Desde hace dos semanas.

-¿Y qué hiciste desde el 31 de mayo que terminaste de jugar hasta hace dos semanas?
-Estuve un mes de vacaciones, disfrutando un poco.

-La última vez que te vi fue cuando volviste de la Copa América. Contame qué pasó luego…
-Jugué un tiempo más acá y me llamaron del Raspeig. No lo pensé ni dos veces, me fui.

-Dame un perfil del Raspeig (nombre completo: Club Promocional Patín Raspeig)
-Es un club de España de la Primera división. Está la Hockey Liga que es lo máximo y luego está la Primera división. Este año estuvimos a punto de ascender. El lugar es más bien un pueblo, se trata de un polideportivo, pero el juego es profesional. Desde hace un año hay una presidenta, tomó el club en un momento muy complicado, casi no había jugadores, no había nada. Su mérito es que con su gestión este año casi ascendemos.

-¿En qué fecha te fuiste al Raspeig?
-El 25 de agosto del año pasado.

-¿Y qué cosas cambiaron en vos en cuanto al hockey?
-Ufff! Que es mucho más profesional. Allá tenés tu preparador físico, te dan los patines, bolso con equipo, viajás en bus para jugar los partidos, a veces parás un día antes en un hotel. Te pagan por jugar, es un deporte profesional.

-¿Y cuál es tu situación actual?
-El contrato terminó ahora, y quieren renovar para el año que viene. Estamos hablando, hay que ver el pago del pase, y esas cuestiones…

-Cuando hablás del “año que viene”, ¿de qué fecha estamos hablando?
-El próximo 25 de agosto empieza la pretemporada. A fines de septiembre, el torneo.

-¿Cómo es un día de trabajo en el Raspeig?
-Con el “Chiqui” Linares, y al ser más profesional, se trabaja en serio. Todo se hace al cien por ciento. Se entrena todos los días, si faltás, te descuentan del sueldo.

-Vos te pusiste la casaca argentina para el sub 20. ¿Qué cosas pasan por tu mente en ese momento?
-Lo más grande. Después de jugar con gente de ese nivel, me dieron más ganas de seguir jugando. Me dieron más ganas de irme a jugar afuera, por eso mandé mails. Cuando jugás con gente de ese nivel, bajar no te motiva mucho. Está bueno por lo menos jugar un año afuera para ver cómo se juega en otro nivel mucho mayor.

-Luego del último mundial en Vigo, ¿crees que de alguna manera se está abriendo un poco el hockey en el sentido de algunas sorpresas, como lo fue en su momento Suiza con el subcampeonato en Montreaux, o ahora Portugal o Italia que quedaron un poco relegados?
-El tema es que las cuatro selecciones tradicionales (Argentina, España, Italia y Portugal) están en un recambio de jugadores. Hay jugadores que venían desde hace diez años, y otros que tienen 21 ó 22 años. A Italia, Argentina y Portugal le está pasando eso. A España también pero a la que menos le molestó el recambio de jugadores. Entonces se empareja un poco más, porque Francia y Suiza –por ejemplo- venían jugando con los mismos jugadores. Para mí en tres o cuatro años volverán a ser los cuatro de antes, los tradicionales.

-Deduzco de tu pensamiento que lo de Argentina ganando el segundo puesto en el Mundial fue negocio redondo…
-Estuvo bien, sí. Argentina tiene muy buenos jugadores. Dale un mundial más y sale campeón seguro. Tenía los mejores jugadores, por ahí le faltó tiempo para preparar un equipo. Dale eso y ya está, sale campeón.

-Fue una pena no poder hablar con alguien de la Selección cuando volvieron de España, pero me da la sensación que mucho tiempo no tuvieron…
-Y eso afecta.

-¿Quién te gustó de Argentina en el último mundial?
-Me gustó Ávalos. Yo pensé que iba a andar mal y la verdad que jugó bastante bien. Y luego el arquero, que yo pensé que le iban a hacer goles por todos lados, y la verdad resultó un fenómeno. Pablo Álvarez fue un jugador terrible, lo mejor que vi. Mariano Velázquez no me gustó mucho, por ahí es uno de los grandes que tendría que cambiar. Me parece que no hizo un buen mundial.

-Vos fuiste compañero de Lucas Ordoñez cuando jugaron la Copa América…
-Sí, buenísimo. Como persona y como jugador. Es un delantero que se juega. Elude y va para adelante. No le importa si pasa o si no pasa. Va igual, se la juega siempre. Se tiene confianza y se manda. Eso lo hace valioso.

-Si tuvieras que definir el sistema de juego en España, ¿cómo es?
-Táctico y rápido. Tiene que ver con tocar y cortar, no llevar tanto la bocha. Es un juego que se caracteriza por el toque y la velocidad. No hay mucho gancho, ni firulete; es más tocar la bocha y tirar al arco.

-¿Por eso ganaron el Mundial? Igualmente yo creo que una final de cualquier campeonato, por la presión que ello implica, es difícil de analizar…
-Fijate, si ellos tienen una oportunidad, la hacen. Son efectivos en el tiro. A la primera oportunidad que tienen, la arrastran, la empujan, le pegan. Son efectivos. Hacen goles en forma más sencilla de lo que es.

-Alguien me dijo por ahí que es también un juego mucho más estructurado…
-También.

-Y en qué se traduce eso?
-En que son más tácticos. Allá hay más jugada preparada. Acá muchas veces como tenés buenos jugadores, te sale bien, pero te sale al voleo. Allá no. Se hace todo el juego más táctico.

-Creo que hoy tenemos tres niveles de hockey. Uno que es el de San Juan y Mendoza. Otro un poco más bajo es el nivel de Capital Federal. Y un tercero –mayor- que va desde Brasil hasta Europa (alguna vez si alguien nos atiende en la CAP hablaremos de políticas y programas). ¿Qué crees que se puede hacer para subir la media del hockey en Capital?
-El problema en Buenos Aires arranca desde las inferiores. Si vos no tenés buenas inferiores, si desde chiquito no estás formando jugadores, todo lo demás resulta malo. Acá no se trabaja bien en eso. No se trabaja con el jugador desde chico, no se lo forma bien. En San Juan y en Europa lo forman como si fuera un jugador profesional. Acá funcionan escuelitas que no sirven para nada. Para mí el mejor entrenador tiene que estar con los chiquitos.

-Estos comentarios que me hacés me vuelven al pasado, a una vez que hablando con Miguel Gómez me dijo que Buenos Aires es un gigante que duerme…
-Si acá fuera más profesional, si se entrenara más tiempo, y si los clubes entrenaran bien, habrían jugadores de igual o mejores condiciones que en San Juan, Mendoza, o Europa. Muchas veces por trabajo o estudio acá esto no se hace, a veces porque no se puede. En San Juan del primero al último equipo son competitivos. Acá en Buenos Aires tenés seis equipos competitivos, el resto no.

-¿Cómo vino el contacto entre el Raspeig y vos?
-Yo empecé a mandar mails después de jugar el Mundial. Mandé a un montón de clubes y el único que me contestó fue el Raspeig. Hablamos, llegamos a un acuerdo sobre lo que ellos me daban.

-¿Y estabas haciendo algo más?
-Estaba estudiando inglés, pero cuando me fui lo hice al voleo. Este año no hice más que jugar. Si vuelvo quiero hacer algo más, estudiar por ejemplo. Algo bueno –también- es que conocí a mi actual novia.

-Que vive allá…
-Sí, vive allá…

-Y entonces? Estás en un problema…
-Y, vamos a ver cómo sale.



Entrevista realizada por
Raul Montes
info@vestuarios.com.ar

Nota realizada en Buenos Aires,
el 31 de julio de 2009

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