En una charla previa con un asiduo veedor de partidos de hockey, padre de un jugador local y lector de nuestro sitio, reflexionábamos sobre la gran diferencia que se puede ver en una pista cuando se trata de un partido de torneo local frente a otro de liga. El de hoy no fue la excepción. Olimpia supo manejar la situación; cuando algunas jugadas le resultaron adversas supo mantener la calma y luchar por la recuperación de la bocha; recuperó las fuerzas en el momento indicado como para sellar el triunfo. Pocos elementos tenemos a mano como para comparar actuaciones distintas del conjunto sanjuanino, simplemente porque este sitio tiene asiento en Capital Federal.
Sí hay que decir, sin ninguna duda, sin temor a que tilden este comentario de “partidista o localista”, teniendo a mano el suficiente registro de partidos anteriores como para respaldar que River hoy fue otro equipo. Es cierto que perdió, el resultado es innegable y totalmente justificado. Pero el equipo funcionó de otra manera, mucho mejor claro está. En esta columna se hicieron comentarios sobre regularidad, manejo de bocha, definiciones en el arco contrario; todos ellos que no fueron muy benevolentes para el conjunto dirigido por Coco Carpinelli. Hoy se vio un River con muy buen manejo de la bocha, rápidos en el traslado, regulares en la circulación, seguros en los pases. El violeta de la camiseta alternativa de River ¿habrá sido el motivo? Definitivamente no. Se nota que hay charla previa, conversación, autocrítica.
Olimpia abrió el marcador a los pocos minutos del encuentro, quizá cuando mejor patinaba River. Fernando Sández, de contra, subió por su derecha, y la clavó arriba del arco defendido por Santiago González. El segundo gol de Olimpia se daría en jugaba en movimiento, una bocha que rebotó en el arquero de River, y le quedó a un metro a Federico Fornari que atravesaba el área chica. Con este resultado y un par de azules al promediar el partido –uno para cada equipo- se irían al descanso. Ya en este período se empezaba a ver una de las figuras relevantes de este partido. La fórmula tan difícil de ver en el hockey de Capital como es patín más fuerza más potencia se vio hoy en el palo y en la persona del jugador riverplatense Nicolás Alderete.
Fue este mismo jugador quien en los primeros minutos del segundo tiempo recupera una bocha al lado del ingresado arquero de River Martín Costa, y haciendo una “S” por toda la cancha, logra llegar al arco de Frailer para marcar el que sería el único tanto millonario. Luego vendrían los goles –que en un momento parecía que los repartían como si fuera una feria- del equipo visitante. El tercer tanto lo haría Xavier Solero, pasando por atrás del arco y enganchando la bocha en el palo izquierdo de Costa; el cuarto, solito y de contragolpe subiendo por el centro de la pista, Martín Ginestar; el quinto, ante un ataque donde Costa decide salir del arco, queda la bocha en manos del capitán Fernando Sández, y a cobrar; el sexto, con una bocha que recupera Roberto Sánchez, y solito entra cruzado por el área; el séptimo, tras el saque desde el centro para reiniciar el juego, Xavier Solero otra vez toma la bocha y gol; el octavo, subiendo por el centro de la pista otra vez de contra, Juan Soria; y el último, penal ejecutado por Javier Morillo.
Fue particularmente interesante ver los diez últimos minutos del partido. Porque en un pedido de minuto, se escuchó lo que pocas veces en el banco de River: una verdadera arenga a los jugadores por parte del entrenador local, lo que tuvo como resultado no pocas jugadas interesantes, explosivas y emotivas del equipo millonario. Motivar de esa manera es saber lo que un entrenador tiene en su equipo. En notas anteriores se escribió en esta sección algo sobre “lo que pasa en la cabeza de los jugadores”. Hoy se notó ese cambio, se dieron cuenta posiblemente de la riqueza de jugadores, de jugar bien aún con la derrota del partido ya casi firmada. Pocas fechas le quedan a River en esta Liga. Otro es el panorama del conjunto sanjuanino. La imagen que deja el equipo local es muy buena. Se podrá disentir o no con este comentario, lo que no se puede negar es el crecimiento y la actitud en la cancha por parte de este equipo. El resultado es importante, por supuesto. Pero también lo es la imagen que queda luego de un partido.
Hemos visto en los escasos siete años de vida de Vestuarios encuentros que ante la adversidad en el resultado, la salida fue: la jugada sucia, el palo malintencionado, la agresión verbal etc etc. Nada de eso pasó hoy. Estamos creciendo.
Raul Montes – info@vestuarios.com.ar
River Plate 1
Martín Costa, Nahuel Saldaña, Lucas Saldaña, Marcos Testa, Lucas Carpinelli, Juan D´Andrea, Nicolás Alderete, Bruno Sforza, Pablo Banfi, Santiago González. DT Eduardo Carpinelli
Olimpia Patín Club 9
César Frailer, Juan Soria, Javier Morillo, Roberto Sánchez, Fernando Sández, Federico Fornari, Martín Ginestar, Xavier Solero, Jorge Castro. DT Carlos López.
Árbitros: Daniel Costa – Marcelo Saab
Pista: River Plate – sábado 24 de octubre de 2009
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